A lo largo de la Historia, hombres y mujeres han hecho uso de la imaginación y explotado sus encantos para atraer la atención del otro. Basten los siguientes ejemplos.
Capricho oriental
La nuca femenina es considerada especialmente erótica en Japón, como lo es el escote en Occidente. Esta aprendiza de geisha muestra la parte posterior de su cuello, maquillado por ella misma con ayuda de un espejo.
Máquina corsaria
Así se titula este grabado del siglo XIX. No sólo la mujer se sometió a la opresión del corsé para ceñir su cuerpo, el hombre también lo hizo desde el siglo XV. En el XIX se le conoció al masculino como “corsé sansimoniano”. Los años 80 relanzaron su uso, esta vez sin tortura.
La tanga, manzana prohibida
Varios colegios franceses prohibieron en 2003 el uso de la tanga a sus alumnas, aludiendo que fomentaba el acoso escolar; sin embargo, es sabido que éste es muy anterior a la invención de la prenda.
Pioneros del retoque
Los egipcios (estatua del Escriba sentado) ocultaban muchos de sus defectos con el maquillaje. El contorno de los ojos, su célebre marca, lo delineaban con un kohl a base de minerales como la galena o la antimonita, a los que añadían sustancias sintetizadas con una tecnología química que aún asombra.
Más que centímetros
Aportan altura, arquean la espalda, sacan el pecho y empinan el trasero. Éstos son los efectos del tacón de aguja o stiletto (daga). Aunque hoy el tacón lo usan sobre todo las mujeres, en la corte del rey Sol, Luis XIV, no había hombre que no los llevara, incluso algunos los decoraban con miniaturas de la campiña francesa.
Una proposición animal
Cuando un hombre griego echaba el ojo a un jovencito en el gimnasio, le mostraba su interés con regalos. Lo más común era ofrecerle un gallo, una liebre, una lira y hasta un caballo si el joven lo valía, como muestra esta cerámica del siglo VI a.C. Rechazar el obsequio signif icaba, eso sí, un rotundo no.
Fantasía virtual
El anonimato o el cambio de identidad es el morbo del cibersexo. En la red hay unos 70,000 sitios de este tipo y el 15% de los usuarios (9.6 millones) se conectan a los 10 más famosos.
Escenas costumbristas
En Japón, los padres de la novia solían regalar a la pareja un librito ilustrado con escenas de coitos, el Libro de la Almohada (aquí, una de sus imágenes). Se trataba de los apuntes personales de Sei Shônagon (siglo X), cortesana al ser vicio de la Emperatriz Sadako.
Una boca de exposición
El rasgo facial con mayor atracción sexual, la boca, cambia su patrón según las modas. No así su gesto, como lo confirma la media sonrisa de La Gioconda, que a sus 500 años aún es considerada la femme fatale del arte.
La erótica del ahorro
Hasta comienzos del siglo XX la falda femenina llegaba a los pies, en 1925 se acortó hasta la rodilla y en 1965 Mary Quant la redujo a su mínima expresión.
La evolución histórica del erotismo
Locuras
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