miércoles, 19 de noviembre de 2014

Los rayos no caen, y otras curiosidades sobre las tormentas eléctricas

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¿Realmente los rayos caen?
Uno de los mitos es que los rayos siempre caen en la parte más alta de los edificios. Pero resulta que no es cierto. Esto se debe a que los rayos no siempre caen: a veces salen del suelo y van hacia el cielo, así lo publica BBC Mundo.

Esos rayos son conocidos como ascendentes y aunque fueron documentados científicamente desde hace mucho, los avances en fotografía han permitido que en los últimos años se estén pudiendo estudiar mejor, aunque siguen guardando secretos.

El 90% de los rayos que alcanzan el edificio Empire State en Nueva York, por ejemplo, son ascendentes.

Sabemos que los rayos se producen cuando se acumula electricidad estática en las nubes, pero desconocemos cuál es la causa para que esto ocurra.

Las mediciones de ese campo eléctrico hechas desde aviones y globos parecen mostrar que es demasiado pequeño para iniciar un rayo: 10 veces menor de lo que los modelos teóricos señalan que debería ser.

¿Realmente los rayos se ahuyentan con las campanas?
Hasta finales del siglo XVII, en Europa se creía que el replique de las campanas dispersaba los rayos. Por ello muchas campanas de iglesia llevaban la inscripción “fulgura frago” o rompo rayos.
Cuando se avecinaba una tormenta, los campanólogos se dirigían hacia el campanario más cercano, que solía estar en el lugar más alto del pueblo. Hoy en día, se considera que por ello era el peor sitio donde estar.

Y sí lo era: sólo en Francia, entre 1753 y 1786 (cuando la costumbre fue prohibida) 103 campanólogos murieron pues les cayó un rayo.

¿Cuál es el lugar más seguro ante una tormenta eléctrica?
Acostarse sobre la cama es, posiblemente, la forma más eficaz para evitar que a uno le caiga un rayo. Y si la cama es de madera, todavía más. Así lo indican los expertos en tormentas. Y esto se debe a una cuestión física. Primero, porque dentro de la casa y con ventanas y puertas cerradas se minimiza el riesgo que nos caiga un rayo. Segundo, porque si la estructura de la cama es de madera, la capacidad de atracción de la descarga eléctrica se minimiza.

Y, tercero, porque poner el cuerpo en posición horizontal reduce igualmente el riesgo de que un rayo caiga sobre nosotros.

Cada día se producen en el mundo unas 40, 000 tormentas eléctricas. Así que prevenirse de las descargas no está de más. No se debe estar en contacto con agua. Así que si hay tormenta y se está en la playa o cerca de un río, un lago o una piscina, nada de permanecer dentro del agua. Además, las aguas salinas hacen que la intensidad de la descarga eléctrica se produzca con la máxima fuerza.

Durante una tormenta eléctrica también es peligroso manejar herramientas u objetos metálicos. Y, lógicamente, lo mejor es alejarse de verjas, vallas o maquinaria metálicas.

Asimismo, en absoluto es recomendable que durante la tormenta estemos utilizando equipos eléctricos, incluido el teléfono móvil. Y si estamos en lugares abiertos, nada de poner sobre nosotros un paraguas con punta de metal.



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