Si afirmas que tenemos 5 sentidos, la mayoría te dirá que es cierto, que los cinco sentidos del ser humano son la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. De acuerdo a la Escuela de Medicina en Harvard, existen seis sentidos más en el cuerpo humano. Por ejemplo, cierra los ojos y luego toca tu nariz con el dedo índice. ¿Cómo supiste cuál era el dedo índice sin mirarlo? ¿Cómo saber dónde está tu nariz? ¿Oliste el dedo con tu nariz? ¿Acaso tu sentido del tacto te indicó cómo llegar a tu nariz a través de las moléculas del aire? Nada de eso, a eso se le llama propiocepción, que es el sentido encargado de informar la posición del cuerpo en relación a sí mismo.
Propiocepción: es la propia conciencia corporal. Es el conocimiento inconsciente de dónde se encuentra cada parte del cuerpo sin necesidad de verla o sentirla (siempre que las partes del cuerpo anden pegadas a nuestro cuerpo, claro: no vale con amputaciones). Si pruebas a cerrar los ojos, comprobarás que si mueves un pie en el aire, aunque no lo veas, sabrás dónde está siempre en relación al cuerpo. Lo del “pienso, luego existo”, podría interpretarse aquí como, “me percibo con mi propiocepción, luego existo”.
Otro de los sentidos que se mencionan, es la percepción temporal o el sentido del tiempo, que si bien parece sólo parte de nuestro lenguaje cotidiano, en realidad es de los más importantes, pues es el que se encarga de unirlos a todos. El ajuste al tiempo es anterior a la percepción consciente del tiempo, actuamos en el tiempo sin tener conciencia de ello. Aquello que llamamos percepción temporal, es el paso de un tratamiento automático de la información temporal a su análisis consciente. De hecho, ya antes de nacer se puede hablar de biorritmos que están relacionados con el concepto de tiempo.
Los fenómenos temporales sucesivos en la franja del presente, no se perciben como yuxtapuestos, sino como un conjunto organizado y sucesivo, y la percepción temporal consiste fundamentalmente en tomar conciencia de lo sucesivo como unidad. Es la capacidad de aprender una serie de cambios de duración correspondientes al presente y el papel del canal auditivo para el ritmo, y el kinestésico para la duración son los más importantes, aunque también interviene el visual.
El sentido de equilibrio, llamado también la equilibriocepción. La equilibriocepción o sentido del equilibrio es uno de los sentidos fisiológicos. Les permite a humanos y animales caminar sin caerse. Algunos animales son mejores en esto que los humanos; por ejemplo, los gatos, que pueden caminar sobre una valla finísima usando su oído interno y cola para equilibrarse.
Al interrumpirse el sentido del equilibrio se producen mareos, desorientación y náuseas.
Termocepción: el sentido del calor o su ausencia en la piel.
Nocicepción: es la percepción del dolor a partir de la piel, las articulaciones y los órganos corporales. El cerebro no está incluido en la lista porque cuando nos duele la cabeza, en realidad, no nos duele el cerebro, que carece de receptores del dolor.
Algunos neurólogos afirman que el ser humano podría tener hasta 21 sentidos, en total. Sentido del significado, de la profundidad, de la sed, del hambre. ¿Y la sinestesia, que consiste en combinar sentidos de forma que, por ejemplo, la música se pueda percibir en colores o que el color rojo huela a limón? Sin hablar de otros sentidos menos conocidos, como la sensación de peligro inmimente.
Si se dice popularmente que la mujer cuenta con un sexto sentido, ¿cómo habría que cambiar la frase a tenor de estos descubrimientos? ¿Que la mujer posee un vigésimo segundo sentido?

Source link
Es mentira que tengamos solo 5 sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario