El repertorio de recursos es una mezcla de seudociencia, magia y ansias de placer. Afrodisiacos empleados a lo largo de la historia.
Cuerno de rinoceronte
No es más que una estructura ósea cubierta con capas de queratina, sustancias que carecen de algún principio activo. El mito de su poder afrodisiaco surgió porque estos animales copulan en periodos de 45 minutos. La creencia inició en la antigua China, pero hasta la fecha mueren miles de ejemplares para pulverizar sus cuernos y fabricar supuestos productos estimulantes.
Piñones
Este exquisito manjar fruto de los elevados pinos (suele cortarse verde para que las ardillas no se aprovechen después) se usó mucho desde la antigüedad para impulsar la libido. El famoso médico Galeno, en los siglos II y III de nuestra era, recomendaba comer un ciento de piñones antes de dormir para estimular el deseo sexual.
Ostras y ostiones
La ciencia no avala el poder afrodisiaco de estos alimentos. Sin embargo, popularmente se asegura que su alto contenido de zinc en combinación con sus vitaminas y minerales, puede tener un efecto directo en el incremento de la libido. Su uso con ese fin es frecuente en la actualidad.
Arginina
Se trata de un aminoácido presente en la carne, los huevos, la leche de coco y el queso. Una vez en el cuerpo forma ácido nítrico, sustancia que incrementa el flujo sanguíneo en los genitales. Se dice que, al combinarla con otros suplementos, estimula el deseo sexual en las mujeres. Su extracto apareció en el mercado occidental durante la segunda mitad del siglo XX.
Albahaca
En la Antigüedad, en las costas del mar Mediterráneo se acostumbraba ingerir infusiones o extractos de esta hierba de olor porque se le atribuían propiedades estimulantes así como efectos en la fertilidad y el deseo. Se creía que su olor excitaba poderosamente a los hombres, por lo que las mujeres se untaban los pechos con la hierba.
Yohimbina o yumbina
Se le conoce como la “droga del deseo”. Es un derivado de plantas y cortezas de árboles de la familia de las rubiáceas que se usa para tratar distintos tipos de impotencia. Se supone que tiene efectos sobre el sistema nervioso central y desde el siglo XIX es común su empleo para fomentar la reproducción del ganado. Es más útil para la disfunción eréctil que para el incremento de la libido.
Mosca española
El más famoso de los afrodisiacos se obtiene de un insecto que produce cantaridina cuando es amenazado. El polvo se prepara moliendo al bicho completo. La cantaridina no provoca deseo, sino irritación y comezón genital que, en la Edad Media, se confundían con excitación. No se aconseja su uso porque causa trastornos renales, gastrointestinales y, eventualmente, la muerte.
Miel
En el Medievo muchos bebían un líquido fermentado, hecho a base de miel, para estimular el deseo sexual. Las parejas de Persia también lo ingerían en el mes posterior a sus esponsales para tener un matrimonio fértil y feliz. De allí podría provenir la expresión común “luna de miel”. Se ha encontrado que la miel contiene algunas sustancias relacionadas con la producción de estrógenos y otras hormonas asociadas al deseo.
Ginseng
Muy difundido hoy en el mundo occidental, su consumo en Oriente se remonta a varios siglos antes de Cristo. Una reciente investigación médica concluyó que los pacientes con disfunción eréctil tratados con un concentrado de esta planta de Corea, presentan una clara mejoría.
Chocolate
uentan algunas fuentes que el emperador mexica Moctezuma Xocoyotzin bebía a diario cincuenta cuencos de chocolate con agua para asegurar su legendaria potencia sexual. Las investigaciones han demostrado que la planta de cacao contiene feniletilamina y serotonina, dos sustancias de la química cerebral relacionadas con la sensación de bienestar que, indirectamente, podrían estimular el impulso sexual.
Nitrito de amilo
En la escena gay de los años setenta y ochenta se volvieron populares los llamados poppers. Son éstos pequeños frasquillos con nitrito de amilo que se inhalan para dilatar los vasos sanguíneos, así como el ano, de este modo se facilita tanto la erección como la penetración. No generan dependencia física, pero sí psicológica. A largo plazo ocasionan daño cerebral permanente, por lo que están prohibidos por la ley.
Feromonas
Entre los desarrollos más recientes en el comercio de productos afrodisiacos sobresalen las fragancias con feromonas. Éstas son una especie de marcadores biológicos presentes en la orina y el sudor de los animales que los incitan a cruzarse. En 1986 fueron aisladas del ser humano. De acuerdo con algunos experimentos, quien se las aplica tiene tres veces más probabilidades de atraer al sexo opuesto.
Comidas afrodisíacas a través de la historia
Locuras
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