¿Es nuestra flora el eslabón perdido entre los mundos extraterrestres y la Tierra? Una mirada a estos monstruos de la naturaleza es suficiente para convencernos.
Hongo de las manzanas y del cedro. Este hongo ataca a la manzana hasta convertirá en algo más bien parecido a un parásito alienígena.
‘Amorphophallus paeoniifolius’. Esta flor es un cultivo comercial muy popular en el sudeste de Asia por el gran ñame que se esconde en la tierra bajo su extraño tronco, que sale de una especie de concha gigante. Parece que el primero que se atrevió a acercarse a él y descubrió su fruto debía de estar desesperadamente hambriento.
‘Hydnora africana’. Parece que esta planta vive para matar de susto. Sin embargo, la actitud de la ‘Hydnora’ no resulta tan cruel como podría parecer. Además de su peculiar aspecto, otro rasgo característico es el olor a estiércol que despide para atraer a su mejor amigo: el escarabajo pelotero. Cuando el insecto llega a la superficie de la planta, la flor se cierra, pero no se come al insecto. El objetivo de la ‘Hydnora’ es hacer que el insecto pierda sus fluidos corporales (tal vez como reacción al miedo), polinizando así la planta. Luego la flor se abre y el escarabajo se escapa sano y salvo.
La muela del diablo u hongo diente sangrante. El nombre de este hongo de la especie ‘Hydnellum peckii’, habla por sí mismo. La muela del diablo produce esporas de color rojo en sus espinas verticales como dientes que cuelgan de la superficie inferior de su esporocarpo.
Pulpo stinkhorn. Lo que parece un cadáver en proceso de descomposición es en realidad un hongo australiano. Se incuba a partir de una sustancia en forma de huevo y poliniza a través de las moscas. Es por esto, según creen los científicos, la especie ha evolucionado hasta parecer carne en descomposición, que atrae a las moscas.
Melón de cuernos. Al parecer, los numerosos pinchos en todo su cuerpo no han sido suficiente para mantener alejados a los depredadores. Incluso a los seres humanos les gusta comer esta fruta a pesar de que sin duda parece una boca monstruosa.
Cactus de antorcha de plata. De hecho muchos llamarían esta planta de América del Sur ‘cactus de gusanos alienígenas’ por sus flores rojas cerradas que le dan este aspecto parasitario. Las flores del cactus nunca se abren en la naturaleza, quizá para no atraer a los depredadores, pero, ¿quién querría acercarse a esa planta?
Higuera estranguladora. Este parásito parece salir de una película de ciencia ficción sobre árboles mutantes que tratan de conquistar al mundo. La higuera se pega a otro árbol para chupar los nutrientes de su tronco y acaba matando a la planta a la que está unida. ¿Qué muerte puede ser más asfixiante para un árbol que ver a un parásito crecer lentamente sobre ti durante décadas?
‘Amorphophallus titanum’ o flor cadáver. Esta especie proviene de las selvas tropicales de Sumatra, Indonesia, y además de su asombroso tamaño, propio de otros mundos, posee otra característica única: un olor a carne en descomposición que le ayuda a atraer insectos polinizadores y hace insoportable estar cerca de ella mucho tiempo. Por esta razón el gigante también se denomina ‘flor cadáver’
Ojo de muñeca. El ojo de muñeca es una planta única de la parte oriental de América del Norte que se caracteriza por sus bayas blancas. Los frutos, veneno mortal para el ser humano, parecen un racimo de globos oculares. Las aves, sin embargo, pueden comer las bayas sin ningún riesgo.
Flor del murciélago negro. Esta especie de híbrido entre Batman y una hiedra venenosa es temida por los animales, que la evitan pensando que podría darles un abrazo mortal en cualquier momento.
Planta de jarra. Esta estrambótica planta cuenta con una refinada trampa para atrapar comida. Esta planta carnívora acumula un líquido en su parte superior y cuando los insectos se acercan para saciar su sed de ella, la tapa se cierra y el líquido cumple su función de jugo gástrico.
Welwitschia. Esta planta parecida a un monstruo de largos tentáculos y numerosos ojos, puede vivir hasta 1.500 años y solo se encuentra en el desierto de Namibia, entre Namibia y Angola. Puede sobrevivir en la humedad de la niebla y el rocío. Los biólogos suponen que es una reliquia del periodo Jurásico y ha cambiado muy poco desde entonces.
‘Lithops’. Con el tiempo, esta planta ha descubierto que su mejor oportunidad de supervivencia es parecerse a una piedra para que los animales no la coman. No obstante, su extraña apariencia que aporta al paisaje un aspecto extraterrestre se hizo rápidamente popular entre los jardineros de todo el mundo.
Palma de Madagascar. Esta planta africano impresiona a primera vista por sus espinas gigantes dispuetas en diagonal a lo largo de todo el tronco, que puede alcanzar hasta ocho metros en altura. A pesar de que la planta se conoce comúnmente como ‘palma de Madagascar’, no es una palmera y pertenece al género Pachypodium. La especie se ha convertido en una de las más populares para el cultivo doméstico por su facilidad para reproducirse y crecer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario